En el campo de entrenamiento, un par de hombres lujuriosos se excitan con las ajustadas bragas de la directora. Un día la encontraron masturbándose en el vestuario, oliendo a su uniforme sudado, ¡así que la atacaron con sus pollas no masturbadoras! "Tú también estás cachonda, ¿verdad? Tu coño está empapado", le dijeron mientras le clavaban sus viriles pollas, una a una, ¡golpeándola! Sus embestidas empujaban su delicado cuerpo...