Contraté a una chica que daba la impresión de dulzura y sencillez para ser mi criada, pero su personalidad fue cambiando día a día, y empezó a mirarme con ojos llenos de lujuria. Al final, la inmovilicé y, de repente, le hice una mamada, luego la forcé hasta el orgasmo y, por último, ¡la machaqué en una posición de monta egoísta! Al final, me quedé exhausto. Su deseo de controlarme se hizo cada vez más fuerte, y de repente le crecieron cuernos y apareció una formación mágica en su pecho ...... Así es, era el Demonio Fantasma ......