Estaba esperando. Esperando a la chica inocente que fue vendida por sus padres y comprada por mí. Estaba esperando. Para devorar los pechos de esta chica con rasgos sexuales deformes. Amasarlos tan fuerte que sus células se dividieran. Estaba esperando. Dejar que mi saliva se filtrara en lo más profundo de su delicada piel y dejara su marca. Esperaba. Perforar mi ardiente deseo profundamente en su piel esbelta y tensa hasta que se rompa...