Nos ligamos en serio a las enfermeras de bata blanca que pasean por la ciudad. Escuchan los problemas sexuales de los hombres. Reclutamos enfermeras en pediatría, medicina interna, etc. Los hombres eran cada vez más exigentes sexualmente, pero ellas siempre los satisfacían con una sonrisa en la cara. Son tan felices como sus propios penes cuando están erectos, ¡e incluso nos permiten ponerles inyecciones internas! ¡Son verdaderos ángeles con bata blanca!