Mi marido, mi antiguo compañero de trabajo, y yo estamos casados y jubilados, pero tengo un secreto que no puedo contar a nadie. Yo era su esclava sexual. Pensé que nuestra relación se había acabado cuando lo trasladaron al extranjero, pero resultó que yo era la única que pensaba eso ...... En cuanto regresó a Japón, se presentó como jefe de mi marido y, sin dudarlo, irrumpió en mi casa y me ató fuertemente. Me perdí en aquellos felices recuerdos del pasado...