Sonríe como un ángel, pero es sexy y provocativa. Shinji, una compañera de trabajo normal y corriente que más tarde se convirtió en mi pareja sexual, ¡ahora me presta servicios salvajemente pervertidos! Me hizo una mamada lujuriosa, olisqueándome la polla; un apasionado beso francés mirándome a los ojos; una masturbación de cerca con sus suaves pechos; una resbaladiza cubana, ordeñándome para que me corriera; un salvaje polvazo entre chicas, con empujones intermitentes; un lento y pegajoso polvazo entre chicas, cambiando de posición para mostrar la intimidad de nuestra relación; y un polvazo demasiado morboso.