Yoruka acompaña a su jefe a visitar a un cliente. Declina educadamente la invitación de su jefe a tomar una copa, pero acaba emborrachándose con él en el hotel donde se aloja. Borracha e indefensa, Yoruka es presa de su vicioso jefe, que también juega con ella. Al principio, el jefe se limita a olisquearla, pero poco a poco se vuelve un poco impulsivo, saca su propia polla y le pide que se la chupe, ¡para luego acostarse con él y hacer lo que quiera!