Natsume volvió al trabajo tras casarse con un compañero y tener un hijo. El ajetreo diario del trabajo y el cuidado de los hijos la dejó frustrada y perdida. Desde que se quedó embarazada y dio a luz, dejó de mantener relaciones sexuales con su marido. Anhela que la abracen, pero le falta valor para hacerlo. Una noche, Natsume se emborracha y al despertarse se encuentra en una habitación de hotel con su subordinado Nakajima. Encuentra a su subordinado durmiendo indefenso con la entrepierna justo delante de ella...