Mi hija y mi yerno están construyendo una casa cerca de la nuestra y vamos a empezar a vivir juntos hasta que esté terminada. Me alegré al ver que la casa en la que antes sólo estábamos mi marido y yo ahora bullía de actividad, pero mi hija y mi yerno, Kenta, tenían la cara triste. La razón era que mi mandón marido seguía presionándonos para que tuviéramos hijos. Un día, Kenta me llevó aparte para pedirme consejo y me confesó que los dos estaban en un matrimonio sin sexo. Pero el problema no acababa ahí...