Desde que estoy en la universidad, por fin he podido vivir sola. Se suponía que iba a poder disfrutar de la libertad de masturbarme sin que nadie me molestara. Pero, por alguna razón, mi amiga Himi, que tiene novio, venía todas las noches a pasar la noche a mi casa. Al principio pensé que sólo era un poco excéntrica, pero pasó el fin de semana y aún no había vuelto a casa. Su sonrisa despreocupada, su pijama demasiado indefenso, su contacto físico sin sentido ...... Me dije que no quería decir eso ......