Ippei está harto de la indiferencia de su mujer y se apunta a un programa de citas para casados. A pesar de sentirse un poco culpable, acaba conociendo a Maki, una mujer casada que también sufre esta aflicción. A ambos les gusta el café y poco a poco se hacen íntimos. Maki duda, pero Ippei la convence para que se quede en el hotel y los dos evolucionan a su propio ritmo. Maki se siente atraída por la sinceridad de Ippei y, unos días después, Maki invita a Ippei a su casa...