Cuando mi hija Kanako se casó, aprovechamos para remodelar la casa y convertirla en una vivienda bifamiliar. No sólo yo me alegré de tener de vuelta a mi preciosa hija única, sino que mi mujer Ryuka también se alegró. Ella y mi yerno, Yuta, tenían una buena relación, y nuestra vida familiar, feliz en un principio, era bastante nutritiva. Sin embargo, todo iba en contra de mis deseos........ Aunque Ryuka nunca tuvo relaciones sexuales conmigo, parecía excitarse en secreto al ver a mi hija y a mi yerno practicando sexo. Después de eso, Ryuka fue a casa de mi hija cada vez más a menudo, inventándose todo tipo de excusas antinaturales. Las mentiras que contaba eran claramente mentiras...