Cuando se enteran de que hay una dependienta superdama en la tienda, ¡se cuelan! Una actriz y un director AV graban en secreto a la dependienta, la seducen y, sin que se dé cuenta, la convierten de lolicon en una tía buena. No hay problema con las náuseas, el vientre o la deglución, ¡pueden hacer lo que quieran!