El amigo de su hijo era un hombre al que le encantaban los deportes. Con unos brazos tan fuertes como el acero, la abrazó con todas sus fuerzas, destruyendo su cordura. Sus caderas bien entrenadas empujaban y empujaban, haciendo que su coño gritara orgasmo tras orgasmo. En lugar de rechazar esta relación prohibida, Madre se convierte en una mujer...