Secuestré, violé, encarcelé y entrené a una marimacho menuda que veía todos los días por la calle. Medía 156 cm y tenía un lindo cuerpecito. Quería tener a esta monada como a un animalito ...... Cuando pasó por delante de mi cámara, la agarré y la violé. Sus gritos sólo me excitaron más. Luego le puse un collar y la metí en una celda, domesticándola como a una mascota. Pero ella no escuchaba mis órdenes...