Abordamos a una oficinista que se dirigía a casa y la invitamos a entrar para una sesión fotográfica. La cosa fue a más. No importaba si estaba avergonzada. Nuca, axilas, pies, ano, vagina ...... Disfrutamos del olor de los cuerpos de las mujeres sin lavar. ¡Incómodo! ¡Pero se sentía tan bien! ¡Y las feromonas femeninas que siente salen!