Como una sonata, una actriz teje una melodía de armonía, entrelazando tres deseos. La melodía de la respiración flota en el oído, el sonido de labios y cuerpos que se superponen suavemente en un silencio húmedo. Un micrófono de gran sensibilidad capta cada indicio de belleza que yace en lo más profundo de los sentidos. La respiración sensual de los labios entrelazados con el pene, el sonido húmedo y resbaladizo del agua y el sonido inconsciente del agua que fluye del vientre. Todos estos...