Llegué a una casa para hacer una entrega. Como nadie respondía, miré por una ventanita y vi a una hermosa mujer masturbándose en el cuarto de baño. No podía apartar los ojos de su cuerpo esbelto, sus piernas contra la esquina de la bañera, sus caderas contoneándose. Entonces sentí que llegaba al clímax por el contacto visual con esta hermosa mujer e instintivamente ¡salí corriendo! Cuando volví a casa, ¡vi a una hermosa mujer bañándose en la cocina! Me ofrecí a ayudarme a arreglar la bañera, así que decidimos bañarnos juntos, sólo un poco...