Shingo, el marido de Micah, intenta intervenir para detener una disputa conyugal entre su jefe y su esposa, pero la mata accidentalmente. El incidente se trata como un accidente y no se presentan cargos, pero la pareja queda con un profundo sentimiento de culpa. Un día, Micah recibe una llamada de su jefe. "Quiero que ocupes el lugar de mi mujer"... estas palabras empiezan a sacudir silenciosamente el corazón de Micah.