Aquella mañana, temprano, había estado deseando encontrarme con mi compañera sexual, Miyu. Hacía un día precioso y ella brillaba como el sol mientras conducíamos. Quería ir al hotel, así que llegamos por la mañana y empezamos a besarnos. Su culo en tanga me excitó y la penetré por detrás. Me corrí mucho y luego se la chupé en la bañera y se tragó mi semen. Dimos un pequeño paseo, disfrutamos de la compañía del otro y luego volvimos al hotel... Ella estaba preciosa con todo menos...