Lamió y lamió con su lengua increíblemente larga, ¡dejando tras de sí un rastro de babas! Es una delicia que una chica tan mona te lama la cara. ¡Ella derrama su saliva caliente por toda tu cara, dejándote empapado! ¡La perversidad de tener una erección sólo por lamerte la cara y la suave dulzura del sabor es irresistible!