Mientras su mujer viaja sola, él tiene una cita secreta y prohibida con su cuñada Yuka. Aunque su relación se ha enfriado, él sigue sin poder resistirse a su dulce y cariñosa seducción ...... "Tú también me engañas, ¿verdad?". Ella sonreía como una diosa, pero lo seducía con sus susurros diabólicos. Su delgada cintura y torneada figura revelaban una carne increíblemente voluptuosa. Su seductora figura era tan diferente de la de su esposa que se había olvidado por completo de ella. Aunque no es algo bueno, se siente mucho más atraído por ella de lo que se sentía por su esposa, insistiendo día y noche, noche tras noche...