A mi novia Nako, un poco traviesa, le encanta verme la cara cuando no me corro. Cuando tengo una erección matutina, se acerca a mi cara para darme un beso con lengua seguido de sexo matutino. Me mira de cerca mientras me enseña a masturbarme. Me chupaba y me masturbaba hasta que estaba a punto de llegar al orgasmo. Incluso me introducía profundamente en su coño en la posición de chica encima. Vivíamos juntos el dolor. Cada vez que veía la alegría en mi cara cuando me contenía de correrme, no podía evitar llenarme de deseo...