Esta mujer, que hace dos años era un ama de casa de primera, que trabajaba como presentadora de informativos en alguna ciudad de provincias, escondía un secreto: una enorme deuda que no se atrevía a contar a nadie, ni siquiera a sus padres, amigos o marido. Este tipo de deudores, sobre todo las mujeres y los casados, tienen mensajes que siempre se filtran. No sé su nombre, pero no es frecuente encontrarse con una mujer tan hermosa, ni siquiera en la ciudad...