Una azafata alta, de regreso de un avión, propone aprovechar la diferencia de estatura para quitarle la virginidad a un hombre bajito ¡como solución a sus problemas! La azafata, de 170 cm de estatura, está desconcertada por este repentino giro de los acontecimientos, pero sin saberlo, se ha agachado para encontrarse con la mirada infantil del hombre más bajito, le ha besado profundamente, luego ha subido por la escalera, ha empujado como un pistón y se ha montado sobre él en posición de vaquera culona, ¡enculándoselo en su pequeña complexión! Por hospitalidad, acepta su pequeña polla erecta, a punto de estallar...