Después de un año, ¡Kunno Hinano ha vuelto! Y ahora, para que se vuelva extremadamente sensible, ¡se le ha ordenado abstenerse del sexo durante un mes! Aunque le costó volver, ¡la obligaron a abstenerse del sexo! La mirada de sus ojos, hambrienta de estimulación, era como la de una bestia sexual a la caza de su presa. Las repetidas burlas la tenían al borde de la locura, y en cuanto terminó la cacería, ¡estaba dispuesta a tragarse la polla de aquel tipo! Se va a masturbar con la gran polla de este tío...