Fui a un sex shop para aliviar el estrés del trabajo, ¡y la chica a la que llamé resultó ser Mia, la nueva dependienta! ¡Estoy atado y esperando mientras mi normalmente gruñona subordinada cumple mis órdenes y se burla de mí con demoníacas guarradas! Al oír mis gritos, la obra se acelera. Sonríe y me lame el ano. Me folló duro en posición chica con chica. Me pilló en mi punto débil, no podía soportarla en el trabajo, así que tomó el control de mi eyaculación y me arruinó...