Naho, que trabaja en el Departamento de Bienestar, es querida por la comunidad y, como una santa, siempre está dispuesta a apoyar y ayudar a quienes tienen dificultades económicas. Un día, Naho decide visitar una habitación que huele a basura donde recibe asistencia. Allí vive un pobre anciano con la libido baja que busca la gratificación sexual de Naho y, egoístamente, le introduce el pene y eyacula dentro de ella. La bondadosa Naho cree que todo el mundo necesita ayuda y le echa una mano. Sin embargo, Naho llega al clímax una y otra vez ante la humillación sin fin y los fluidos a borbotones mientras él engulle su cuerpo con su pistón lleno de lujuria a mitad...