Iba de camino a casa con mi amiga de la infancia, Rukia Haruno, cuando nos cayó un chaparrón torrencial. Decidimos ir a la casa de Rukia más cercana para resguardarnos de la lluvia y esperar a que se calentara la bañera. Sin embargo, tuve una erección al ver su pelo mojado y su sujetador transparente, que dejaba al descubierto sus amplios pechos y su esbelta figura. Rukia se da cuenta y decidimos calentarnos mutuamente con la excusa de que hace frío, así que nos quedamos pegados, piel con piel, y nos miramos fijamente...