A primera vista, esta clienta parecía un poco dura, pero era guapa y estaba en forma. Sin embargo, una vez iniciado el tratamiento, esta impresión cambió por completo. Parecía sensible dondequiera que la tocaran, e incluso antes de que el tratamiento llegara a su núcleo, la respuesta de su cuerpo no se hizo esperar. En cuanto empezó a estimular su núcleo, tuvo un orgasmo, sacó la lengua y entrecerró los ojos, ¡las señas de identidad de un masoquista! A partir de ahora, ¡las cosas se van a poner locas! C...