Siempre me ha gustado Hirose, que era mi mejor amiga en mi clase de seminario en la universidad. A menudo salíamos a comer juntas después de clase, y ella siempre parecía feliz. Pensé que yo también podría gustarle a Hirose. Quizá había llegado el momento de confesarme. Eso es lo que pensé en ese momento. Pero no era el caso. No era yo quien le gustaba a Hirose. Le gustaba Matsuyama-senpai que estaba a mi lado...