Un día, Eri recibe una llamada del colegio de su hijo quejándose de Kenji, el alumno al que atiende. La queja era que Kenji era demasiado guarro. La propia Keiri es sexualmente activa, pero no soporta culpar a Kenji, que ha heredado ese carácter de ella. ...... Entonces, ¿qué debe hacer Keiri?