Esposa de la secretaria de un ex presidente que se volvió a casar con un hombre que dirigía una empresa. Preocupada por su hijo, que se había retirado de su casa en la edad adulta, lo cuidaba con ternura de madre, aunque fuera consuegra. Un día, cuando entró en la habitación de su hijo para animarle, descubrió sus propias bragas, que de alguna manera habían desaparecido de la lavandería y estaban en apuros. Al ver que su hijo se disculpaba asustado, la suegra se turba y le perdona, rodeándole suavemente con sus brazos...