Debido a los bajos ingresos de su marido y a las limitaciones económicas, Marina trabaja en un almacén donde cobra el salario mínimo de 951 yenes por hora. Por amor a su hijo, la pareja lucha por llegar a fin de mes, pero los gastos mensuales son tan ajustados que un día Marina roba mercancía de la tienda. Al ver esto, el gerente Oki se acerca a Marina y le pregunta si le gustaría encontrar un trabajo a tiempo parcial, diciendo que lo mantendrá en secreto. Para proteger a su familia, Marina acepta. En el almacén, Marina...